La elección entre un entorno local y la nube se ha convertido en una decisión crucial para las empresas actualmente. Esta decisión impacta directamente en la eficiencia, el rendimiento y los costos de la organización. Tradicionalmente, los entornos locales siempre han sido la opción preferida, pero es fundamental considerar los desafíos, y las oportunidades que la adopción de soluciones como la nube pueden ofrecer.
La nube proporciona flexibilidad, eliminando la necesidad de hacer grandes inversiones iniciales en infraestructura física y permitiendo una escalabilidad sin las limitaciones de los entornos locales. Pero, ¿cómo saber qué opción es la mejor para tu negocio? Este artículo tiene como objetivo ofrecerte una visión clara y sencilla de los elementos que debes considerar antes de tomar una decisión.
Cuando hablamos de infraestructuras locales (on-premise), la planificación y el dimensionamiento adecuado de la infraestructura son esenciales. Estos son algunos de los aspectos más importantes a tener en cuenta al montar un sistema físico:
- Protección de acceso físico, los cuales va desde puertas de seguridad con chapas convencionales hasta sistemas de control con tarjetas.
- Conexiones eléctricas y de red, ya sea usando cableado UTP o fibra óptica.
- Bajadas de cableado de red, considerando las rutas, materiales y métodos de instalación.
- Sistema de enfriamiento dedicados o compartidos, permitiendo mantener la temperatura adecuada para los equipos.
El costo de implementar estas soluciones puede ser alto. Después de hacer un análisis con varios contratistas, se estima que un proyecto básico de infraestructura local puede costar entre $70,000 MXN y $110,000 MXN.
Además de la infraestructura básica, es necesario considerar el costo del equipamiento esencial, como servidores, UPS (fuentes de energía ininterrumpida), y dispositivos de red (switches, enrutadores, etc.). Un sistema básico puede costar alrededor de $100,637 MXN, aunque esto puede variar dependiendo de los requerimientos específicos.
También existen costos ocultos asociados con las infraestructuras locales, tales como:
- Mantenimiento de sistemas de refrigeración.
- Mantenimiento de la infraestructura física (como el espacio y los equipos).
- Consumo de energía eléctrica.
Por ejemplo, un servidor de Dell que consume aproximadamente 10.8 kWh al día, tomando en cuenta el costo actual que maneja la Comisión Federal de Electricidad (CFE), y con base a la tarifa de la región central puede generar un costo entre $17.92 MXN y $21.30 MXN diarios.
Otro factor crítico es el enfriamiento, ya que mantener la temperatura adecuada para los servidores es esencial. Los costos de enfriamiento pueden variar, pero un sistema de refrigeración dedicado de una tonelada puede costar entre $160 MXN y $210 MXN por día.
Nota: Se recomienda que los servidores se mantengan con una temperatura que oscile entre los 20° y 24° Celsius.
Es importante tener en cuenta que los equipos de infraestructura local no duran para siempre. La vida útil de algunos de los dispositivos más comunes es la siguiente:
- Un servidor en buen funcionamiento puede durar entre 3 a 5 años.
- Un UPS bien cuidado puede durar alrededor de 5 a 8 años.
- Un Switch tiene una durabilidad alrededor de 10 años.
- Un cableado de red tiene un periodo de vida de 10 años como mínimo.
Sin embargo con el tiempo, estos equipos se vuelven obsoletos y requieren inversiones adicionales, lo que puede afectar la continuidad del negocio. Además, los data centers locales están expuestos a varios riesgos, como por ejemplo:
- Cortes de energía, daños en infraestructura física (filtraciones de agua, perdida de enfriamiento, etc.), deterioro físico de los equipos, accesos no autorizados, entre otros.
- Errores de configuración o fallas de sistemas.
- Ciberataques y configuraciones incorrectas.
Al considerar los costos y los riesgos asociados con una infraestructura local, es claro que migrar hacia la nube puede ser una opción muy beneficiosa. De hecho, muchos estudios han demostrado que las empresas que se trasladan a la nube experimentan reducciones significativas en sus costos operativos. Por ejemplo, AWS, una de las plataformas de nube más grandes y reconocidas, ha logrado reducir hasta un 51% de los costos de operación en comparación con las infraestructuras locales, según investigaciones independientes y los testimonios de muchas empresas que ya han realizado el cambio.
Además de la ventaja económica, la nube de AWS ofrece una enorme agilidad. Puedes acceder a una amplia gama de tecnologías, desde servicios básicos de infraestructura hasta soluciones más avanzadas como IoT, machine learning y análisis de datos. Lo mejor de todo es que estos recursos se pueden activar y ajustar según las necesidades de tu negocio, sin tener que hacer grandes inversiones por adelantado.
Otra ventaja clave de AWS es su capacidad de adaptarse de manera instantánea a las fluctuaciones en la demanda de tu empresa. Ya no es necesario preocuparse por aprovisionar recursos en exceso para enfrentar picos de actividad. La nube te permite escalar tus recursos de manera precisa y en tiempo real, ajustándose a las necesidades cambiantes de tu negocio.
En conclusión, la decisión entre optar por una infraestructura local o migrar a la nube no debe ser una decision que se debe tomar a la ligera, claro que soluciones locales ofrecen control total, pero también vienen con altos costos iniciales, mantenimiento constante y riesgos asociados. Por otro lado, la nube como AWS, no solo es más económica, sino que también es flexible y escalable.
Migrar a la nube no es solo una cuestión de ahorro, sino también una forma de estar mejor preparados para el futuro.
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