Vivimos en una era de transformaciones tecnológicas y revoluciones digitales que avanzan a pasos agigantados, donde usuarios demandan a su vez más y mejores soluciones en tecnologías para su aprovechamiento desde un nivel personal hasta uno organizacional y global. Es por ello que el panorama tecnológico se nubla de proveedores dispuestos a satisfacer las necesidades de sus clientes, cediendo los recursos de sus centros de datos en todo el mundo y liberándolos de la compleja tarea de aprovisionar sus propios centros de datos a costos muy elevados, permitiéndoles condensar todos esos servicios, modelos e información que arcaicamente se computaban, procesaban y/o almacenaban localmente, a ser llevados a la Nube, donde se les delega su administración y configuración.
Hablar de la Nube es muy común hoy en día, pues su usabilidad tan fácil y óptima se ha convertido en una habilidad necesaria e indispensable en el ámbito laboral para todo aquel profesional de las tecnologías de información, ya que la formación, capacitación y certificación en lo respectivo a Cómputo en Nube aporta conocimiento y experiencia aunado a un gran valor curricular por conocer y saber trabajar con diferentes gigantes de la tecnología. Google Cloud Platform (GCP), por ejemplo, uno de los principales y más grandes proveedores de servicios en Nube respaldado por Google.
GCP surge como una de las soluciones más práctica y segura, para las pequeñas, medianas y grandes organizaciones, de computar, procesar, almacenar y gestionar grandes e interminables volúmenes de datos de manera económica y confiable, sin la necesidad de administrar y aprovisionar infraestructura, espacios físicos, instalaciones o personal para mantener los centros de datos trabajando de manera óptima, condensando a la Nube el concepto de Infraestructura como Software (IaaS); modelo que ofrece los recursos necesarios para aprovisionar una amplia gama de servicios de calidad, de fácil uso e implementación, flexibles, extensibles, elásticos, rápidos, escalables, a la medida y por un muy bajo costo, pues son servicios bajo demanda (On-Demand) que facturan por lo que se utilice (Pay-As-You-Go).
Tener la oportunidad de aprovechar las grandes capacidades de cómputo de Google y su infraestructura global (Disponible en +200 países y territorios, 21 regiones y 64 zonas), nos concede el respaldo y seguridad de un coloso de la tecnología, pues nuestros datos, información y proyectos estarán resguardados en sus centros de datos aprovisionando los recursos necesarios para su tratamiento, disponiendo de uno de sus tantos servicios (De cómputo, almacenamiento, Big Data, IoT, seguridad, entre otros.) que nos otorgue soluciones adaptables y de alcances ilimitados para satisfacer las demandas organizacionales de manera detallada.
Iniciando con Google Cloud Platform
Al hablar de GCP entendemos que todo aquello que se realice dentro de su Nube (Creación de máquinas virtuales, herramientas de gestión de contenedores, servicios de Big Data, plataformas de Machine Learning, entre otros.) pertenecerá a un “Proyecto”, pues cada recurso se utiliza de manera jerárquica, siendo los proyectos el primer nivel.
Crear un Proyecto en GCP, nos permite asociar los recursos necesarios para desarrollar y ejecutar aplicaciones, sitios web y servicios que nos otorguen las soluciones esperadas.
Comenzar a conocer los beneficios de Google Cloud Platform es tan fácil como ingresar a cloud.google.com y acceder proporcionando:
- Una cuenta de Gmail o G Suite.
- Una tarjeta de crédito (A la cual no se le realizará ningún cargo y sólo se utilizará para comprobar que no se trate de un robot).
Al registrarte, GCP te otorgará un crédito gratuito de 300 USD durante 12 meses para probar todos los productos de su Nube.
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