Renuncié a mi trabajo en GitLab para trabajar por mi cuenta

¿Por qué renuncié a un trabajo en GitLab para trabajar por mi cuenta?

Renuncié a mi trabajo en GitLab.

A pesar de estar muy cómodo con su ambiente laboral y su cultura. A pesar de ser recompensado con un salario competitivo, acciones de la empresa, días libres ilimitados, horario flexible y de trabajar en un proyecto reconocido y de prestigio en la industria tecnológica, decidí renunciar a GitLab.

Pasé mi tiempo en GitLab creando herramientas para desarrolladores. Me gustaba mucho hacer eso, mi aprecio por la empresa creció muchísimo y desarrollé buenas amistades en el equipo. Aunque es una empresa pública en crecimiento, mi equilibrio entre el trabajo y la vida personal era bueno. Mi equipo trabajaba 100% remoto desde 10 zonas horarias distintas y solo tenía 2 reuniones requeridas a la semana(las otras eran opcionales).

Además, la gente con la que trabajé fue excepcional. Tuve tres team lead en total, y todos eran personas amables con mucha empatía, en especial mi última líder Alina, a quien le debo un agradecimiento especial por toda su ayuda desde que me uní al equipo cuando ella era Senior Engineer. Estoy muy agradecido con todas las personas con las que trabajé.

Pero a pesar de todo esto, mi motivación para trabajar cada mañana estaba disminuyendo. Mi entusiasmo y atención se habían enfocado en un nuevo objetivo.

Perdiendo mi motivación

Sin importar lo mucho que me gustaba la empresa, el trabajo que realizaba no era tan satisfactorio como había imaginado:

Aunque haya parecido un "trabajo soñado" al momento de presentar la solicitud, al final del día sigue siendo, bueno…, un trabajo.

Siempre estaba trabajando bajo los términos de otras personas. Los términos eran simples al principio, pero se volvieron más rígidos a medida que pasaba el tiempo. Luego había otras restricciones inherentes a trabajar en una empresa pública sobre cómo actuar, qué decir y qué no, cómo hacer el trabajo, qué trabajo hacer, qué tecnologías usar y qué funcionalidades valía o no la pena desarrollar. Mi esperanza de promover GitLab como empresa dispuesta a contratar talento latino había desaparecido con su nueva política que limita las contrataciones únicamente a países con una entidad o PEO (en LATAM solo México, Costa Rica y Chile).

Esta situación me recordaba que mientras trabajara para alguien más, tendría que hacer cosas que preferiría no hacer, y no podría trabajar en las que sí quería hacer.

Encontrando una nueva motivación

Pasé los últimos meses tratando de recuperar mi motivación, tomé vacaciones, sesiones de terapia, sesiones de mentoría e incluso sesiones de coaching. Todas ellas lo único que consiguieron fue resaltar lo que realmente era importante para mí.

Quería dedicar más tiempo a mi salud, a mi familia, más tiempo como mentor en mi comunidad y trabajar en proyectos personales que me acercaran a mis propias metas.

¿Qué hay por ahí que pueda hacer que me entusiasme despertarme todos los días durante los próximos 45 años y que también me permita ganar suficiente dinero para alcanzar mi independencia financiera? ¿Es de locos querer trabajar solo 20h a la semana y muy “poco ambicioso”? No me parece.

Hay dos tipos de motivadores que me sacan de la cama por la mañana:

1. Uno viene del exterior en forma de premio o castigo. Tal vez no quiera trabajar en algo que no me gusta, pero lo hago de todos modos porque es posible que deba pagar las cuentas. Estos son los motivadores extrínsecos.
2. El otro viene de adentro. Esto es lo que me lleva a hacer cosas cuando no hay premio o castigo. Mis pasatiempos, ser mentor y el trabajo en las comunidades digitales son actividades impulsadas por esto.

Lo que yo estaba buscando era algo que pudiera hacer para ganarme la vida que estuviera impulsado por este tipo de motivación: la intrínseca.

A lo largo de 12 años de profesión, me he dado cuenta de que la motivación extrínseca no dura. Cada vez que aumentaba mis ingresos, conseguía un nuevo empleo, me sentía bien durante un tiempo y luego se acababa. Y siento lo mismo con cualquier recompensa extrínseca. Obtenerlos se siente bien por un tiempo, pero esto desaparece rápidamente.

La motivación que no se me quita está en las cosas que hago desde joven, cuando nada me obligaba a hacerlas. Cosas como escribir código, aprender algo nuevo y transmitir ese conocimiento de forma más sencilla, vender mis propios proyectos, trazar mi propio camino, trabajar en lo que me parezca interesante y me apasione. Conozco mis fortalezas y sé lo que me motiva, entonces, ¿por qué no hacer esto todo el tiempo?

Tengo la suerte de vivir en la era de la automatización, puedo construir herramientas para mí y para otras personas que generen valor a nivel mundial sin necesidad de dedicar todo mi tiempo a ello. Así que eso es lo que voy a hacer.

¿Qué sigue?

Trabajaré de forma independiente desarrollando activos de información, utilizaré mi tiempo en desarrollar mis propias fuentes de ingresos que me permitan igualar y superar mis ingresos actuales, mientras hago lo que me motiva intrínsecamente. No espero hacer únicamente las cosas que me gustan, pero será en mis propios términos. ¿Qué más querría para estar satisfecho con mi trabajo?

Ahora puedo dedicar más tiempo a mis proyectos personales, a mi comunidad y a mis sesiones de Mentoring, así que no dudes en seguirme en Twitter mientras sigo documentando mi progreso.