Cómo jugar a rol me hizo mejor programadora

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Llevo jugando a rol de forma intermitente y en sesiones sueltas desde hace muchos años y, de forma más estable, el último año. He jugado sobre todo a Dungeons and Dragons, aunque también a 7º Mar, a La llamada de Cthulhu, a Vampiro: La Mascarada y diferentes One Shots.

Recientemente, mi Dungeon Master(DM) me regaló un kit para iniciarme como DM y allá que fui. A raíz de estrenarme como directora de juego, y ya con experiencia como jugadora, un día reflexioné sobre todo lo que me estaba aportando el rol a la hora de ser mejor programadora. Y, en realidad, son bastantes cosas.

Como jugadora

1. Una party unida, vence unida
La mayoría de los juegos de rol son cooperativos. Es cierto que hay algunas partidas en las que acabas traicionando a tus colegas, como en la última en la que estuve, pero en general su objetivo es resolver un problema todos juntos, derrotar a un enemigo, salvar a alguien... Con lo cual saber trabajar en equipo es súper importante, hecho que tiene un gran valor en un grupo de desarrollo.

De la misma forma, la confianza en estos juegos es esencial. Puede llegar una situación en la que seas la única persona que entre en una habitación... y te den de palos y te quedes inconsciente. Para empezar, el hecho de que hayas sido lo suficientemente valiente como para ir a lo desconocido, es porque sabes que los demás personajes no están lejos y si te pasa algo, irán a ayudarte. Y para seguir, una vez que estás en el suelo, debes confiar en que se tomarán las decisiones correctas e irán a tu auxilio.

Y esta confianza en la que te apoyas es la que también debes mostrar cuando trabajas con los demás. Al fin y al cabo, ningún proyecto sale con el esfuerzo de una sola persona, por lo que debes creer en tus amables colegas, en que harán su trabajo lo mejor posible y levantarán la mano si no se ven capaces de hacer algo.

2. ¿Alguien me cura, porfi?
Relacionado con esto, saber pedir ayuda cuando se necesita es una habilidad poderosa, y jugar a rol te enseña a hacerlo. No debe darnos ninguna vergüenza solicitar que alguien nos asista, nos cure o nos oriente. Al final lo importante es que lleguemos todos juntos y nadie se quede por el camino.

Por el contrario, también debemos saber requerir ayuda cuando realmente la necesitamos. Puede ser que nuestro clérigo no siempre tenga huecos de hechizos para curarnos o es posible que las personas que trabajan en nuestro proyecto estén agotadas si, ante cualquier problema, pedimos ayuda. En el equilibrio está la virtud.

3. Cada personaje tiene su raza y clase
En los juegos de rol, no todos los personajes son iguales. Cada uno tiene su raza, su clase, sus habilidades, sus hechizos... Igual que en la vida real, cada persona tiene sus fortalezas y sus debilidades, haciendo que cada una pueda aportar algo a una situación.

De esta forma, aprendes que todo el mundo tiene valor y que hay que dejar espacio a los demás para lucirse y resucitar a alguien; tirar un rayo fulminante, o propinar un espadazo que parta al enemigo por la mitad. Hay sitio para todos y, si tu fortaleza no es curar, deja a otro que lo haga.

4. ¿Sigo atacando o me retiro?
Una de las habilidades más demandadas a las personas que trabajan en tecnología, efectivamente, es saber estimar. Y resulta que es algo súper importante en estos juegos, porque cuando te enfrentas a un adversario que no sabes cuánta vida tiene, tienes que ser capaz de, con el histórico de ataques que has recibido y lo dañado que parezca el contrario, ver si merece la pena arriesgarse y seguir atacando o, por el contrario, te conviene hacer una retirada táctica.

En el mundo del desarrollo es exactamente igual, con las tareas que has ido realizando a lo largo de tu vida, debes ir siendo capaz de calcular cuánto, aproximadamente, te va a llevar hacer algo.

5. ¿Es mi turno ya?
A veces las sesiones se pueden alargar mucho, sobre todo si alguien no tiene muy claro lo que quiere hacer o si ha subido de nivel recientemente y ahora tiene habilidades diferentes. En estas circunstancias, es relevante tener un poco de paciencia. Todos necesitamos diferentes tiempos de reacción o, simplemente, podemos estar en una situación por la que nos cueste más tomar decisiones o asimilar lo que está pasando, y eso es completamente normal.

Y no solamente trabajando con los demás, también debemos ser pacientes con la persona que vemos en el espejo. No siempre damos con la solución más óptima a la primera, o no tenemos un buen día, o no entendemos la documentación fácilmente, y eso no significa que seamos peores, simplemente que somos humanos.

6. ¿Estás bien?
Cuando estás en medio de un combate y de repente te hacen 35 puntos de años puede que eso para ti no sea nada... O sea todo y estés al borde de la muerte. Estas situaciones requieren de un poco de empatía y de buena comunicación.

La comunicación es de los elementos más importantes en un equipo que funciona bien, al igual que saber interpretar las señales de los demás. A lo mejor esa persona no nos dice "estoy a 2 puntos de vida" pero nos dice que "no se encuentra muy bien", y en la vida real en realidad suele ser parecido. Es verdad que todos deberíamos ser un poco más directos: si algo te está costando, dilo abiertamente. Nadie va a juzgarte. No obstante, puede costarnos ser sinceros, y para estas situaciones debemos tratar de ser un poco más empáticos. Igual si esa persona tiene cara de llevar una hora tirándose de los pelos, necesita un cable para salir de su pozo de desesperación.

7. Este cofre me ha mordido
Hay partidas que son de diferentes temáticas: terror, de comedia, ciencia ficción... Y dentro de una hay sesiones que son más de combate, de conversación, de investigación, que tienen partes más interpretativas o menos, y... al final, como en la vida real, debes aprender a adaptarte al equipo con el que tienes que trabajar, a las circunstancias y a las tecnologías con las que están hechos los proyectos: adaptarse o morir.

Como DM

Por último, ser Dungeon Master también me ha enseñado ciertas habilidades muy útiles.

8. Preparación, preparación y preparación
Como DM vas a tener que improvisar mucho ya que nunca puedes saber a ciencia cierta qué van a hacer las personas que juegan en tu partida. No obstante, la mejor forma de improvisar suele ser haberte preparado y organizado; haber leído o creado todo lo posible sobre ese universo; conocer cómo son los mapas de la campaña; tener a mano las imágenes y stats de posibles NPCs...

En el entorno laboral suele ser muy parecido: a lo mejor te convocan a una reunión y te dicen vagamente sobre qué va a ir el tema, sin embargo, si echas un vistazo al código relacionado, a las historias de usuario, o al Figma, estoy segura de que llegar a una conclusión será más rápido ya que tendrás más contexto. Del mismo modo, describir correctamente cada reunión, issue o tarea facilita el trabajo.

9. Échale cara
Sí, estar preparado es genial, pero no siempre va a servirte todo lo que hayas hecho de antemano. Sin embargo... eres la persona que dirige el juego, así que échale cara: si cometes un error, nadie puede decirte nada porque podrías tirarle un rayo encima y listo.

A veces hay que tomarse la vida como si fueses el DM, echarle valor y proponer esa idea tan maravillosa que tienes en tu cabeza. Seguro que será una buena aportación, y sino aprenderás algo con los comentarios de los demás o te echarás unas risas. Si eres la persona que está dando feedback, recuerda que puede tirarte una bola de fuego y sé amable.

10. Porque soy el DM y punto
Como DM aprendes a dirigir a un equipo y a gestionar tareas y expectativas. Habrá veces en las que las personas jugadoras quieran entrar por la ventana en lugar de por la puerta y, simplemente, no podrás dejarlas porque no se puede abrir y punto. No obstante, habrá otras ocasiones en las que te argumentarán bellamente por qué desean introducirse en el edificio de esa forma y terminarás dejándoles colarse así. Ser Dungeon Máster es un toma y daca, y ser una buena persona que programa también, ya que no siempre tenemos la razón absoluta y debemos ser capaces de escuchar a los demás y valorar sus propuestas.

Conclusión

Juega a rol. Es guay y aprendes cosas.

Y si ya juegas a rol, agradece todo el trabajo que realiza a tu DM (gracias Yu Lu <3). En serio, no sabes la cantidad de cosas que tienes que hacer antes de una sesión hasta que empiezas a mastear.