Los Estados Unidos siempre nos han vendido la libertad. Sus dirigentes han defendido la libertad de expresión, la de prensa, de empresa y todas las libertades habidas y por haber.
En economía, se han guiado también por la libertad de mercado y la famosa “mano invisible” de Adam Smith, que cruza oferta y demanda mientras buscamos maximizar el beneficio. Así han sido y así son los americanos, o al menos, eso parecía hasta ahora.
Hoy, el país de la libertad está implantando aranceles para dar y para tomar. Aranceles para China, para Brasil, Argentina y también para los países europeos donde, el queso fresco, el aceite de oliva y los productos porcinos -entre otros- ya sufren un incremento de sus precios del 25%.
Cuando Barack Obama finalizó su mandato, pensé que lo íbamos a echar en falta. Y muy a menudo así es. Pero en lo relativo a los aranceles, el mismo Obama impuso, solo a España, 546 medidas hasta 2017.
La llamaban “mano invisible”… Hoy, la mano es bien visible. La de Trump ahora y la de Obama antes.
¿Entonces la libertad? Ahora lo llaman proteccionismo.
Artículo originalmente publicado en xaviermitjavila.com
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