El concepto de “don” como tal, es una fantasía. Hoy quiero desmentirlo con uñas y dientes, porque está desmotivando a mucha gente que podría ser brillante en su día a día.
Empecemos definiendo que es un don:
(…) la palabra don designa a una habilidad o capacidad de una persona que tiene cierta relevancia o que sirve para distinguirla del resto y que con ella es capaz de realizar diversas acciones.
Digamos que en este punto de la definición, estamos de acuerdo. Es un talento. Pero luego, leo esto:
Asimismo debemos señalar que el don suele considerarse como algo que la persona recibe casi de manera divina, o innata al nacer.
Y empecé a perder la cabeza. El problema de la humanidad es que mucha gente necesita sentirse especial de alguna manera, y ello implica separarse del resto y destacar.
Y esto nos separa desde ambas partes. Muchos creen que tienen un don, y otros consideran que ellos “jamas llegarían a ser así” porque no tienen dicho privilegio.
Los dones no existen. En esto quiero ser contundente, y quizá muchos no compartan mi opinión. Pero me parece que pensar en el concepto de que nacemos con cierta habilidad para algo, es irracional.
La realidad es que nacemos con la habilidad de poder hacer lo que queramos. Es parte de la inteligencia humana y la evolución. Puede que sientas que se te da bien una cosa que otra, y eso no es por un don, sino porque te gusta hacerlo.
Al disfrutar de una determinada actividad, mejoras consciente e inconscientemente. La facilidad de aprender un lenguaje o tecnología nueva que tengo hoy día no es una especie de don. Es simplemente el resultado de haberme dedicado desde la secundaria a programar e investigar.
No hay más misterio. Es parte de ser constante y dedicarte de lleno en una habilidad puntual.
Pero hoy vengo a quitar esta especie de creencia arraigada, este dogmatismo que impulsa a la gente al derrotismo. En mi artículo denominado La constancia es lo único que importó siempre recibí cierto reclamo de que estaba ilusionando a los lectores:
ese cartel q vende humo q es, es pa q nos sintamos mal. Sabes cuantos estan queriendo ser como messi, pero si no tenes el don por mas q lo intentes no llega. Yo quiero ser presidente de la otan, o los USA mejor el FMI, o miss mundo, no mejor modelo de victoria secret, andá a venderle humo a carusso
Más allá del mensaje hostil, es un pensamiento derrotista. Es cierto que necesitamos metas claras. No podemos levantarnos con la idea de llegar a presidentes sin tener un plan previo o un camino definido.
Pero me parece perfectamente posible. Porque los presidentes de las naciones son seres humanos como vos y como yo. Y los CEOs de empresas y gerentes también. La diferencia entre ellos y vos, es que se dedicaron en cuerpo y alma a alcanzar ciertas metas que los llevaron a eso.
Obviamente los contactos ayudan, el networking. Pero es parte de lo mismo, un camino definido.
Por lo tanto, quiero hacer una llamada de alerta a todos los que leen: No se contaminen de pensamientos derrotistas. Los dones sólo son una forma fantástica de separarnos unos de otros, como las religiones. Todos somos distintos en ciertos puntos, pero en la base somos lo mismo.
Tampoco te compares con el de al lado. Hay una parte en la canción de un rapero español llamada Según el Guión que va muy acorde a este punto:
(…) Porque siempre va a haber alguien más listo, y una casa mejor;
Y alguien con más plays en sus vídeos, y otro con más flow,
Y un tipo más comprometido, o con más decisión,
No te compares más que con tu yo anterior y haz balance, (…)
Si siempre estás midiendo la vara con otros, te vas a frustrar. Cada uno tiene su forma de progresar en sus objetivos. Incluso puede que te estés confundiendo y hayas hecho la diferencia sin darte cuenta.
Principalmente por el hecho de que nosotros vemos una cara de la otra persona, la que nos quiere mostrar. Y puede que su mensaje sea algo como “trabajo 25 horas al día, nunca paro” y quizá no sea más que un spot motivacional.
Por suerte resolver esto es mucho más sencillo que El dilema de la motivación. La clave es dejar el discurso derrotista y empezar a crear. Sentarte (o pararte, según lo requiera tu profesión) y empezar esa novela que tanto ronda en tu cabeza; o aprender a cocinar ese postre que hacen los mejores maestros pasteleros.
En el caso de sistemas, aplicando a cualquier otro oficio también, estudia a los que hicieron historia no tanto por comparación sino por inspiración.
Por ejemplo: Notch desarrolló Minecraft. No intentes crear algo mejor, asimismo, creá algo distinto. Usa la historia de Notch para motivarte a ser mejor que tu versión anterior.
¿Y vos crees que existen los dones? Si es así, ¿por qué? Contame en los comentarios.
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